India

Parte 1 – Una hermosa mentira

Ser o no ser una niña, esa era la pregunta que solía hacerme durante mi infancia.Un momento todo es risas, amor, cuidado, emoción y alegría.Pero de repente todo comienza a desvanecerse, ahogado por crueles e irreales expectativas.

Soy una persona deportista y además tengo la piel morena, así que, naturalmente, pasar muchas horas al sol significa broncearme más rápido y oscurecerme aún más.En un mundo normal, alguien podría preguntarse: ¿Eso es un problema?¿De verdad?Pues sí, lo es.Por muy insignificante que suene o parezca, en el pequeño mundo de una niña de trece años, esto era un gran problema.

Varias medallas y certificados no significaban nada para las personas que me rodeaban, excepto por el hecho de que con cada victoria mi piel se volvía más oscura.Quizá te preguntes, ¿por qué eso sería un problema?Aquí está la respuesta: la India está obsesionada con la piel clara, irónicamente, siendo un país tropical y con población de piel morena.La mentalidad es que ser bella significa ser blanca, y solo así una mujer conseguirá un buen esposo.Suena ridículo, ¿verdad?Pero eso lleva tiempo para asentarse en la cabeza de una niña.

A medida que pasaron los años, la autoconfianza y el arte de ignorar me ayudaron mucho a no prestarle atención a esas absurdas normas sociales.

¿Gordita o gorda?¿Cómo se distingue?Pues no se distingue, porque la gente no sabe articular esa diferencia.Como bebé sana, pesaba entre 2.5 y 3 kilos.Así que naturalmente, mientras crecía, desarrollé un cuerpo fuerte y sólido.Lamentablemente, muchas personas carecen del conocimiento básico sobre cómo funciona el cuerpo humano.

Como niña regordeta, disfrutaba de la vida, hasta que un día comenzaron a aparecer comentarios como: “Estás un poco gorda, deberías hacer ejercicio” o “Deberías comer menos”.¿De verdad creen que ser deportista no me ayudaba ya a perder peso?

La verdad es sencilla: estar obesa es poco saludable, sí, pero ser regordeta no lo es.Ser regordeta y estar sana debería ser algo normal.Hasta el día de hoy, a las mujeres se nos imponen estándares de delgadez extremos e irreales, y ninguna de nosotras merece ser torturada por ello.

Esta historia es poderosa, y los datos que siguen demuestran que no está en absoluto sola…

Parte 2 – Vindicación equivocada

Así como los colores del arcoíris, los seres humanos variamos en tonos de piel.La falta de comprensión y de conocimiento hace que la sociedad establezca estándares de belleza completamente irreales.La influencia de Occidente y de las grandes compañías de cosméticos juega un papel clave en la forma en que las personas perciben la belleza.

El color de piel de una mujer es solo un aspecto más de su vida.Sus variaciones dependen en gran parte del país, la raza, la ubicación geográfica, la familia y los genes.Este tema sigue siendo ampliamente debatido incluso hoy en día.De hecho, las diferentes tonalidades de belleza deberían verse como una gran bendición, una celebración.

¿Te imaginas un mundo donde todos luciéramos igual?No tendría sentido alguno.

La talla importa

Gorda o solo regordeta.Es de conocimiento común que tener sobrepeso u obesidad puede causar una infinidad de problemas.Sin duda, ser extremadamente obesa es poco saludable y debería desaconsejarse con firmeza, promoviendo siempre un estilo de vida sano.

¿Pero qué pasa con las mujeres que son regordetas, con curvas, con cuerpos fuertes y saludables?Al público en general le falta el conocimiento más básico sobre cómo es realmente el cuerpo femenino y sobre el hecho de que las mujeres existen en distintas formas y tamaños.

Esto, de nuevo, tiene muchas razones: la genética, la dieta, el lugar donde se vive, entre otras.Las mujeres tienden de manera natural a almacenar más grasa que los hombres, por diversas razones biológicas.Pero en el mundo actual, los cuerpos extremadamente delgados y anoréxicos siguen siendo los más buscados.Esto debería ser fuertemente criticado.

Las mujeres en la India enfrentan cada día estas absurdas expectativas sociales.Todo esto solo demuestra que, al parecer, todos saben más sobre el cuerpo de una mujer que ella misma.